martes, abril 23, 2024

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Reflexiones de un Bombero de Barcelona desde el 12/08/1966 hasta 01/01/2007

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ATAQUE EXTERIOR

Planta quinta dificultad para acceder, iniciar ataque exterior

                                     

  ATAQUE EXTERIOR                       APRENDER DE LOS ERRORES

Hicimos un curso para mandos en The Fire Service College Moreton-in-March England, donde además de enseñarte las directrices a seguir por el mando en una intervención por incendio te mostraban ejemplos de intervenciones hechas por ellos mismos en las que se habían producido problemas. Servicios que habían salido mal, te demostraban que era necesario estudiar para aprender de los servicios donde entre los miembros de las dotaciones habían habido heridos o incluso muertos, para que casos tan graves no volvieran a ocurrir

No tenían ningún reparo en sacar sus propios trapos sucios, después de una intervención en la que un bombero resultase dañado o herido, al regreso al parque, se habría un expediente donde cada responsable y cada bombero del área y del sector de trabajo, tenía que emitir un informe de lo que habían hecho paso a paso desde la llegada hasta el final, buscando no un culpable sino el motivo, la causa y el momento en el que se había producido el accidente.

Después con todos los informes en la mano, se estudiaban los fallos, se sacaban conclusiones, se miraba de corregir el método eliminando las posibilidades evitando las causas, se hacían ensayos y pruebas y una vez deliberadas se confeccionaba el protocolo y las pautas de intervención transmitiéndolo a todo el servicio, aquello que había pasado en un turno en un parque no se pudiera volver a producir de la misma manera.

Nosotros también podemos hacer lo mismo,  y con esta intención se ha confeccionado esta página.

Se expone como ejemplo un caso real y reciente que se repite en demasiadas ocasiones, quizás su difusión pueda reducir el número de casos.

. . . .Salida de tanque ligero. . . . fuego en piso. . . .  fuera de zona. . . . 

Una salida de un solo tanque anunciada de esta manera, se acostumbra a dar cuando se ha de acudir a reforzar la intervención de un parque cercano, por lo que el vehículo sale sin la ficha que le indicaría el itinerario y la localización de las tomas de agua.

En ruta hacia el lugar, mientras el conductor ex taxista afirma conocer el itinerario,  las órdenes del mando son:

Todos juntos y con botellas, cuando nos informen de lo que pasa ya formaremos equipos.

Se nota que nos acercarnos al lugar, no se ven llamas ni humo pero al escuchar la sirena la gente se gira hacia nosotros y mueve los brazos señalándonos la próxima calle a la derecha.

 Al girar la calle a la derecha. .¡cuidado. . !! frena !!. . . mucha gente en la calzada, ningún vehículo de bomberos a la vista. .  a escasos 20 metros, guardia urbana y policía nacional, que nos señalan hacia arriba . .  desde el coche no se ve nada, estamos justo debajo.

El mando abre la puerta saca la cabeza mirando hacia arriba y nos dice. .

¡ Mierda !. . .Todos al ataque. . estamos solos . . línea de 25 . . y seguidamente en  radio-contacto  con el Cecob solicita refuerzos.

Ha habido algún error. . . no es normal que envíen un solo vehículo a un incendio de estas características.

Al bajar ya equipado con EPR mientras cuelgo en mi hombro la bolsa porta-lanzas miro hacia arriba viendo la voracidad de la llamas que se asoman por dos balcones de la última planta.

No hay ascensor, el mando sube primero, sube rápido. . (si yo portara solo una linterna y un walkie también subiría rápido)

Son cinco pisos, dos miembros del 091 se encuentran en el rellano, . . la puerta se ve cerrada. . está caliente. . nos informan de que el inquilino ha podido escapar por la ventana de la cocina y se supone que no hay más personas en el interior.

Por el hueco de la escalera vecinal el mando descuelga una manguera de 25, mientras el electricista y yo nos ayudamos a ajustarnos las chavetas de la mascara nos abrimos la válvula de aire, comprobamos la presión de los manómetros y el efecto de presión positiva.

La primera manguera descolgada en vertical resultaba insuficiente, es necesario unir la manguera que he subido con la bolsa, para que la línea llegue hasta abajo y se pueda unir con el tramo horizontal que el conductor ha instalado desde la bomba hacia el acceso.

Empujo la puerta pero no se abre, la puerta está cerrada con llave, mientras el electricista extiende la manguera en planta, el mando me pasa la maceta y escarpa para forzar la puerta.

Apoyo el filo de la escarpa a la altura de la cerradura entre la puerta y el marco y golpeo con rabia uno. . . dos. . . tres. . .cuatro. . .cinco. . .seis. . .

En radio contacto con el exterior el mando pide  Agua. . . , oigo que también pide  el abre-puertas hidráulico y la pata de cabra. . . al momento la manguera se hincha y se endurece resoplando aire hasta que llega el agua a la lanza, cortándole el paso a la espera de tener la puerta abierta

Desde el exterior comunican que ha venido el vehículo escalera, que se  encuentra emplazado y en posición para atacar el fuego desde el exterior.

El mando autoriza el ataque desde el exterior, mis golpes han perdido contundencia, todavía no se ha conseguido abrir la puerta.

El electricista sacándose la mascara me hace el relevo coge la maceta encaja la escarpa en otro punto de la puerta y vuelven a sonar los golpes con  fuerza, parece que la cerradura va cediendo.

En vez del abre-puertas hidráulico, han subido el mallo, el mando se cabrea golpea con el mallo la puerta, coge impulso impacta su 46 a la altura de la cerradura, y a la segunda patada salta la cerradura y la puerta se abre.

El mando comunica vía walkie que corten el agua del vehículo escalera. Puerta abierta, vamos a entrar, cortar el agua de la escalera, recibiendo el OK de confirmación del aviso.

Mientras el mando ayuda al electricista a colocarse los clips de la mascara yo entorno la puerta evitando la salida de humo y recojo unos metros de reserva de manguera para penetrar en el piso

Entramos agachados, hay mucha temperatura, no se ve nada, al final del recibidor giramos a la izquierda, abrimos la lanza en posición pulverizada y podemos ver como el humo y la temperatura van hacia delante, entrando aire por detrás nuestro, mantenemos esta posición durante un minuto escaso y hacia el fondo ya apreciamos el resplandor de las llamas que se intensifican por el aire aportado.

Avanzamos unos metros hasta la puerta en llamas y en ese momento, se produce una especie de deflagración, las llamas que veíamos delante se han vuelto con rabia hacia nosotros, empujándonos hacia atrás achicharrándonos, intentamos escaparnos de ellas corriendo hacia la salida, me arde la cara, me arden las manos, me escuece el cuello, me quema el cuerpo

Salimos al rellano de la escalera escocidos, maldiciendo al equipo exterior que desde la escalera ha vuelto a dirigir el chorro hacia el balcón.

El mando vía walkie reitera que corten el agua del exterior,¿ porqué se ha atacado desde el exterior, cuando se había dado la orden de cortar el agua anunciando que se iba a entrar. . .  ¿porque?. . .

Cuando se ataca desde el interior con chorro difuminado, y hay aberturas en la misma dirección, la presión del chorro difuso de agua empuja el propio volumen de vapor que se forma, empuja los gases que forman el humo, la temperatura y las llamas hacia abertura de delante, hacia el exterior. Creándose al mismo tiempo un efecto Venturi de succión que hace que entre aire fresco desde atrás, lo que aun aviva más las llamas que salen fuera

Gracias a ello el porta-lanzas puede acceder sin problemas hasta la misma puerta del infierno donde hace un minuto habían 1.300º.

Pero lo que se ve desde el exterior es un considerable aumento de las llamas y humo que salen con fuerza por ventanas y balcones, dando la impresión que el incendio se ha incrementado vorazmente y es cuando se produce el consabido error de reanudar el ataque exterior olvidándose de que hay bomberos dentro y que su chorro de agua va a empujar las llamas y la temperatura hacia en el interior.

Hace unos años fui de vacaciones a las Islas Canarias visitando la montaña volcánica del Timanfaya en Tenerife, donde los lugareños para demostrar a los turistas la temperatura que existe por debajo de nuestros pies, ofrecen un espectáculo que consiste en vaciar medio cubo de agua en el interior de un tubo metálico de unos quince centímetros de diámetro introducido en vertical en el suelo.

A los pocos segundos un cañonazo de vapor surge del tubo varios metros por encima de nuestras cabezas

Los tres litros de agua se han transformado en un momento en 4200 litros de vapor y han salido con un fuerte resoplido por la única apertura disponible.

El comportamiento del agua en un incendio voraz es muy parecido, un litro de agua cuando se transforma en vapor aumenta 1700 veces. Si el caudal nominal de una pistola difusora es de 100 litros/minuto, estos se transformaran en 170000 litros/vapor/minuto, que al tener salida avanzaran impulsados hacia delante por la pantalla que forma el chorro difuso y por la corriente de inercia creada.

Si en ese momento desde el exterior obstaculizan o lo que es peor dirigen chorro hacia las ventanas, el proceso se invierte, se aumenta el vapor, la temperatura y llamas rebotan hacia atrás atravesando y transformando en vapor incluso el chorro difuso de la lanza lo que aumenta la temperatura de forma insoportable

Apenas transcurrieron tres segundos y la temperatura atravesó las tres capas que conforman el guante de protección del porta lanzas hasta el extremo que al sacarse el guante porque le ardía, la piel de la recocida mano acompañaba al guante como si fuera una de sus capas.

El segundo porta lanzas detrás, no recibió el primer impacto de fuego pero al escapar por el pasillo lo hizo en segundo lugar, al salir al exterior su equipo humeaba, su espalda, sus brazos y el ERA no se podían tocar  porque quemaban.

Es mucho el daño que se puede hacer, si hay alguien en el interior cualquier obstáculo que se ponga para la libre salida de llamas, humo y temperatura agravará las condiciones de trabajo en el interior.

Se puede refrescar fachada para evitar la propagación exterior pero dirigir el chorro hacia el interior aunque sea en plantas de diferente nivel puede tener graves consecuencias.

La primera foto corresponde al porta lanzas tres horas después de extinguido el fuego de regreso al parque para recoger sus pertenencias y trasladarlo a su domicilio

Un mes y medio después nos hizo una visita, gracias a su buena encarnadura y a la ausencia de infecciones tubo una recuperación en un tiempo record.  De nuevo lo tenemos disponible para el servicio en el turno D disfrutando de su compañía y amistad.